lunes, 2 de abril de 2018

Cartas desde las trincheras

5/2/18
Francia, por la noche.

Cariño mio,
Ahora, si no hay problemas, vas a saber todo acerca de lo que ocurre aquí. Sé que te llevarás una gran sorpresa cuando te llegue esta carta... ¡Si alguna autoridad la ve! (...)
Quizá te gustara saber como está el ánimo de los hombres aquí. Bien la verdad es que (y como te dije antes, me fusilarán si alguien de importancia pilla esta misiva) todo el mundo está totalmente harto y a ninguno le queda nada de lo que se conoce como patriotismo. A nadie le importa un rábano si Alemania tiene Alsacia, Bélgica o Francia. Lo único que quiere todo el mundo es acabar con esto de una vez e irse a casa. Esta es honestamente la verdad, y cualquiera que haya estado en los últimos meses te dirá lo mismo.
De hecho, y esto no es una exageración, la mayor esperanza de la gran mayoría de los hombres es que los disturbios y las protestas en casa obliguen al gobierno a acabar como sea. Ahora ya sabes el estado real de la situación.
Yo también puedo añadir que he perdido prácticamente todo el patriotismo que me quedaba, solo me queda el pensar en todos los que estáis allí, todos a los que amo y que confían en mí para que contribuya al esfuerzo necesario para vuestra seguridad y libertad. Esto es lo único que mantiene y me da fuerzas para aguantarlo. En cuanto a la religión, que Dios me perdone, no es algo que ocupe ni uno entre un millón de todos los pensamientos que ocupan las mentes de los hombres aquí.
Dios te bendiga cariño y a todos los que amo y me aman, porque sin su amor y confianza, desfallecería y fracasaría. Pero no te preocupes corazón mio porque continuaré hasta el final, sea bueno o malo ( ...)
Laurie

"De repente, el soldado que me precedía se agachó, y yo me arrastré a cuatro patas para pasar por debajo de montón de materiales. Me agaché detrás suyo. Cuando se levantó, dejó a la vista un hombre de cera, estirado panza arriba, que abría la boca sin aliento, unos ojos inexpresivos, un hombre frío, rígido, que debía haberse escondido bajo aquel ilusorio refugio de tablones para morir. Me encontraba bruscamente de cara con el primer cadáver reciente que había visto en mi vida. Mi rostro pasó a pocos centímetros del suyo, mi mirada encontró la suya vidriosa, mi mano tocó la suya que estaba helada, oscurecida por la sangre que se le había helado en las venas. Me pareció que el muerto, en aquel breve cara a cara que me imponía, me reprochaba su muerte y me amenazaba con su venganza. Esta impresión es una de las más horribles que tuve en el frente.
Pero aquel muerto era como el vigilante de un reino de muertos. Aquel primer cadáver francés precedía centenares de cadáveres franceses. La trinchera estaba llena. Cadáveres en todas las posturas, que habían sufrido todo tipo de mutilaciones, esguinces y todos los suplicios. Cadáveres enteros, serenos y correctos como santos de relicario; cadáveres intactos, sin señales de heridas; cadáveres embadurnados de barros, sucios, como tirados de pasto a bestias inmundas. Cadáveres calmados, resignados, sin importancia; cadáveres terroríficos de seres que se negaron a morir, furiosos, inflados, resentidos, que exigían justicia y amenazaban. Todos con la boca torcida, las pupilas mates y su color de ahogados. Y fragmentos de cadáveres, jirones de carne y de uniformes, órganos, miembros desparejados, carne humana roja y violácea, como piezas de carnicería ya pasadas, grasas amarillentas y fofas, huesos que dejaban salir el tuétano, vísceras revueltas, como gusanos que temblaban al pisarlos. El cuerpo de un hombre muerto es un objeto de una repugnancia insuperable por aquello que es vivo [...]
Para huir de tanto horror, miré hacia el llano. Horror de nuevo, peor: el llano era azul.
El llano estaba cubierto de cadáveres de los nuestros, ametrallados, caídos con la cara hundida en el suelo, con las nalgas hacia arriba, indecentes, grotescos como marionetas, míseros como hombres, ay Dios!
Campos de héroes, cargamentos para los carros nocturnos…
Una voz, en la fila, formuló el pensamiento que todos callábamos: “Qué les ha pasado!”, que tuvo inmediatamente en nosotros este eco aún más profundo: “Qué nos pasará!”.
Gabriel Chevallier, El miedo

ACTIVIDAD: ¿Qué te parece la actitud del soldado Laurie?

21 comentarios:

  1. Me parece que tiene una actitud de desesperación y horror causadas por la guerra y que lo único que quiere es que acabe la guerra y regresar con sus familiares. Ya no siente nada de honor por su patria

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  2. Rosario López Martínez4 de abril de 2018, 0:29

    En mi opinión,la verdad es que ese es el sentimiento que aparece en todo ser humano que se encuentra en ese tipo de situaciones. Todo se reduce a una sola cosa, volver a casa con la gente que amas. El resto deja de importar.

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  3. Juan Manuel Hidalgo Vicente5 de abril de 2018, 16:08

    Me parece la actitud correcta, ya que el reconoce y se da cuenta de que la guerra no es buena y que prácticamente están defendiendo a los que la empezaron y que no iban a morir ya que éstos no eran los que luchaban sino que mandaban a ciudadanos para luchar por ellos.

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  4. Pilar Leon De Caceres6 de abril de 2018, 11:03

    Claramente, se aprecia en esta carta cómo Laurie manifiesta el temor frente a su vida, y sus ganas de volver con aquellos que lo aman (y a los que ama), su familia. Parece ser que está cansado y triste, de ver que lo único que llega a su fin son las vidas de sus compañeros y enemigos, y no aquella guerra. Como todos los soldados, Laurie presenta una actitud deseosa de paz y sus ideales patriotas se han esfumado.

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  5. maria pallares macias7 de abril de 2018, 18:21

    me parece un hombre sereno pero a la vez aterrado y con las ideas claras unicamente sacando fuerzas por el recuerdo de los suyos

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  6. María Gómez Vega8 de abril de 2018, 14:09

    Hay historiadores que piensan que, aunque la Primera Guerra Mundial fue uno de los conflictos bélicos más sangrientos de la historia de la humanidad (9.000.000 de muertos), a pesar de todo, ha convertido el mundo en un lugar más pacífico y próspero.
    Sin embargo, yo no creo que sea así, más bien creo que los seres humanos hemos tenido poca capacidad para entendernos a partir del diálogo y la empatía. Este soldado ha vivido en primera persona el sinsentido de la guerra, y ante tanta muerte y destrucción no puede hacer otra cosa que pensar que ni la religión ni el patriotismo tienen importancia. Tan sólo desea vivir en paz, acompañado de su familia y seres queridos, que es lo que deseamos todos los seres humanos.

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  7. La actitud de este soldado es muy fuerte, aunque tiene momentos tristes, coge fuerzas para seguir adelante y de deseando que acabe esa miseria.
    Tiene miedo de acabar como uno de sus compañeros tirados en el barro...
    Su mente está deseando que todo acabe. Que todos vayan a casa con sus familias, disfrutar de una vida normal, tener libertad, etc.

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  8. Me parece una actitud normal, ya que se iban muy jóvenes a la guerra y no sabían verdaderamente lo que era la guerra. Sentían mucho miedo porque iba gente muy jóven que no estaban concienciados de lo que les esperaba ni pensaban que tal vez no podían volver.

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  9. Francisco Castillo9 de abril de 2018, 16:48

    en el texto presenta una actitud de miedo ya que no sabia donde se habia metido,explica la situación de lo que están pasando y echando de menos a su familia y a su tierra y a su amada

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  10. Francisco Javier navarro9 de abril de 2018, 19:54

    La actitud me parece normal ya que es una persona que lleva varios meses en una guerra sin ver a sus seres queridos y en unas condiciones pésimas .

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  11. Es normal que piense/actue así, ya que está batallando en una guerra sin su voluntad y encima para los intereses de sus "jefes".

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  12. Salvador Martínez Segura11 de abril de 2018, 16:44

    La actitud que tiene el soldado Laurie en esta carta me parece muy subjetiva. Fue muy transparente contando las verdades y las cosas que pasaron en la guerra, siendo consciente de que podría perjudicarse por esa carta. Tuvo una actitud muy valiente y luchadora.

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  13. Se le ve con una actitud desesperada, pero se lo nota que no pierde los ánimos para llegar a su casa. Siente que su patria le ha engañado a la hora de enviarle a la guerra, pues, nunca les informaron de lo duro que sería superarla. Este soldado sabe que enviando la carta tiene un alto riesgo de fusilamiento, pero está tan desesperado que poco le importa lo que le ocurra, solo quiere que su familia se entere de la realidad de su "queridísima" patria.

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  14. Me parece una actitud muy comprensible porque como Laurie dice, todo el mundo está harto de todo, sin que nadie pueda hacer nada más que estar allí aguantando la situación y viendo miles y miles de muertos en condiciones inhumanas y, formulándose preguntas o simplemene vivir con miedo. Además que tengan que acudir a protestas para que el gobierno se dé cuenta e intente hacer algo al respecto...me parece una auténtica deshonra.

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  15. Martín Alonso Fernández12 de abril de 2018, 20:58

    Al escribir esta carta se puede como ellos han sido obligados a ir a la guerra, porque a ellos les da igual su patria lo único que quieren es volver a sus casas con sus familias, ya su actitud es de cansancio y deseando que finalice la guerra, para el pan guerra no tiene importancia, la tiene su familia y sus seres queridos.

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  16. Me parece una actitud bastante correcta ya que el soldado Laurie le explica a su esposa todo por lo que estam pasando,también le muestra su amor hacia ella, arriesgandose a que si le pillan esa carta lo fusilaran. El lo que queria es que estas palabras le llegaran al amor de su vida por si no llegaba a salvo, un verdadero hombre.

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  17. Su actitud demuestra la impotencia de estar en una guerra y saber que es muy complicado salir de ella

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  18. La actitud de Laurie me resulta lógica puesto que, la imagen de centenares de muertos sobre el fango no debe ser muy agradable. Además, ¿como debía sentirse? Se siente frustrada, aterrada por semejante panorama. Pero, sobre todo, temía el futuro que le deparaba. Su actitud me parece la normal. Debía sentirse como decepcionada... Tanta propaganda, tanta guerra, tanto nacionalismo... Se dio cuenta de qué era la guerra realmente.

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  19. A Laurie le da igual de todo solo quiere que acabe ya la guerra

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  20. Álvaro Parajón Pérez20 de abril de 2018, 12:14

    una actitud miedosa, cansada y a la vez fuerte ya que si sigue ahí luchando y vivo es por las personas que ama, ya que no cree ahora ni en la patria ni piensa mucho en su religión

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  21. Me parece una buena actitud, puesto que a reaccionado como debería ante esa situación

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